El lenguaje secreto de las miradas
’El secreto de sus ojos’ (2009) es una gran película. Así lo avalan los múltiples premios recibidos, como el Oscar a la mejor película de habla no inglesa, además de dos premios Goya a mejor actriz revelación por la actuación de Soledad Villamil y mejor película hispanoamericana. Una historia intimista, intensa, coherente, triste y casi real como la vida misma. Juan José Campanella ha sabido crear una ficción creíble, una historia cinematográfica que recuerda demasiado a ciertos aspectos de la realidad.
Hay misterio, acción, intriga, un asesinato, un caso a resolver. Entre tanto el fluir de las vidas, el latido de los corazones y la voz de la conciencia de cada personaje. También hay una historia de amor imposible que vive en la sombra de las pequeñas casualidades, aunque el deseo y la duda nunca mueren. Magnífica interpretación de los protagonistas de esta sutil historia de amor que está llena de silencios y de verdades calladas o expresadas sólo a medias, que se adivinan pero no se pronuncian en voz alta. Ricardo Darín y Soledad Villamil comparten en la gran pantalla pequeños secretos y realizan sus vidas en paralelo, sin llegar a fundirse, sin llegar a olvidarse, sin llegar a amarse o tal vez sin atreverse a reconocer los errores del pasado. Porque, como dice uno de los personajes, “al final sólo nos quedan los recuerdos”.
Una película de tono nostálgico y melancólico que intenta llenar las lagunas en la mente de un jubilado, volviendo a recordar su pasado. ¿Cómo se puede vivir una vida vacía, sin nada?, se preguntará Expósito en más de una ocasión. Y es que volver atrás significa vivir otra vez las sensaciones y afrontar las dudas, con el peligro de caer en la trampa del desencanto. Un largometraje interesante con un final inesperado. Aunque no se recomienda ver esta película en un momento de horas bajas, probablemente llegue muy adentro del espectador, según la sensibilidad de cada uno. Sin duda, una de las mejores producciones argentinas de los últimos años.
Maria Sentandreu
Maria Sentandreu